Cada mañana, el canto de las aves, el quiquiriquí de los gallos y sobretodo el hermoso sol saliendo a través del cerro de Umaga, son los detalles que despiertan a todos los habitantes de nuestro querido pueblo, Ituango.
Su riqueza natural va desde paramos con el Nudo de Paramillo hasta zonas cálidas como lo son las aledañas al rio Ituango y al Cauca. Sus montañas cubren de verde los alrededores, las quebradas que nacen a lo largo de la carretera cultivan la vida que esta cerca, mangas, potreros y fincas son insignia de gente trabajadora, que entrega su vida al cultivo de la tierra ; las casas campesinas con sus fogones impulsados por la leña, sus corrales con gallinas, patos y demás, los establos llenos de ganado y los mas pequeños corriendo de un lado a otro; muchos caminos y veredas que conducen a los lugares más encantadores que uno se pueda imaginar, tan llenos de tranquilidad y de paz donde la realidad de la naturaleza se mezcla con lo irreal del paisaje cuando veas algo así sabrás que te encuentras en Ituango.
Niños, jóvenes y adultos reflejan el entusiasmo y la amabilidad que caracteriza a los ituanguinos; desde hace casi más de 160 años en los cuales ha superado muchas dificultes, y vivido grandes alegrías.
Por esto y muchas más cosas es que me siento tan orgullosa de ser ituanguinia.
Ituango tierra amada, maravilla creado por Dios.